miércoles, 12 de junio de 2013

Capítulo 6 - Ana

-¿Seguro que estás bien? - estamos en la puerta de mi casa Estefi, Álex y yo. Se han empeñado en acompañarme a pesar de que vivo en la otra punta porque, según ellos, no estaba en condiciones de ir sola, aunque en el fondo temen que me encuentre con Adrián de nuevo.
-¡Que sí, Estefi!
-No me grites. La primera que tiene ganas de pegar voces aquí soy yo y no lo hago.
Respiro profundamente y me tranquilizo, guardando todo lo que tengo ganas de gritar.
-Nos veremos antes de lo que piensas – digo sentándome en las escaleras de la entrada. - ¿Qué quería decir con eso?
-Y yo que sé. Se le habrá ido la pinza. ¿Qué quería decir con que su amigo Juan va a volver? - noto temor en la voz de Estefi.
-¿Y a qué venía la tontería de la boda? - Álex lleva sin hablar desde que estábamos en el parque.
Veo como Estefi se pone colorada, así que decido que es el momento de separarnos. Creo que tienen que hablar a solas.
-Me voy, mañana nos vemos en el instituto chicos.
-Adiós – dicen los dos al unísono.
Se dan la vuelta y comienzan a andar uno junto al otro. Dos lágrimas caen por mis mejillas y salgo corriendo hacia ellos. Estefi se gira en el instante en que la alcanzo y nos fundimos en un abrazo. Yo comienzo a sollozar y ella intenta tranquilizarme, acariciándome el pelo.
-Tranquila, Ana. Relájate.
-Gracias chicos. - noto como otro par de brazos me rodea; Álex debe de haberse acercado hasta nosotras.
Me separo y me giro rápidamente para secarme las lágrimas, después los miro y les dedico una sonrisa, intentando que sea lo más auténtica posible.
-Os quiero muchísimo. - me doy la vuelta y camino hacia mi casa, pero antes de seguir decido hacer una última locura. Me doy la vuelta y veo que aún siguen mirándome. Me acerco hasta Álex y le susurro para que solo el pueda oírme – Ya va siendo hora de que se lo digas.
Cuando me separo me mira con los ojos muy abiertos, pero asiente. Estefi me lanza una mirada asesina.
Entro a mi casa rápidamente y cojo el móvil. Voy a la cocina y abro una bolsa de patatas fritas y comienzo a comer. Mañana Estefi me matará, aunque si lo que creo que va a pasar pasase de verdad, me comerá a besos. Miro el móvil, tengo nuevas interacciones en Twitter. Espero a que cargue y, después de lo que parecen horas, descubro lo que marcará el principio de mi nueva vida.
En cuanto supe de su existencia se convirtió en mi amor platónico, en aquella persona que a pesar de los cientos de kilómetros que nos separaban me hacía sonreír cada mañana con sólo ver una foto suya, a pesar de que él no supiera de mi existencia. Todos creían que estaba loca, obsesionada. Todos decían que las locuras que últimamente pasaban por mi cabeza eran sólo eso, locuras. Que él nunca sabría nada de mí.
Se equivocaban.
Las cosas acaban de cambiar.
Josh Hutcherson me sigue, lo que significa que puedo hablar con él.
Pero no solo eso, tengo un mensaje. De él.
Me tumbo en el sofá, tomo aire con fuerza y abro el mensaje.
'Hola. Lo siento mucho, pero no sé responder a tu problema'
Sonrío ampliamente. ¿Creerá de verdad que me importa ese estúpido problema?
'Vaya, es una pena. Mañana debo entregar un trabajo y sólo me falta ese problema por resolver'
Me muerdo el labio como hago siempre que me siento culpable.
'¿Es muy importante para ti resolverlo?'
No puedo evitarlo y comienzo reírme sola en mi casa. Por suerte no hay nadie, sino pensarían que me falta un hervor.
'Creo que podré sobrevivir si lo entrego en blanco. Muchas gracias de todas formas, Josh'
Sonrío tontamente hasta tal punto en el que las mejillas comienzan a dolerme, pero no puedo rebajar esta sonrisa. Acabo de llamarlo Josh.
Decido ir a la cocina y hacer algo de comer, porque son las cinco de la tarde y, aparte del buen desayuno que me preparó Estefi esta mañana, solo me he comido media bolsa de patatas fritas.

Pero voy a tardar poco en quedarme sin apetito.